Dentro de la pintura ignífuga en Valencia, aquella a prueba de fuego que no arde ante la exposición de las llamas e incluso puede contenerlas momentáneamente, encontramos básicamente dos tipos: la intumescente y la sublimante. Hoy vamos a ocuparnos de la primera de ellas.
La pintura intumescente es uno de los sistemas de protección pasiva contra el fuego más útiles y eficaces. En este caso, el producto no nos sirve para extinguir un incendio, pero sí para que no vaya a más y no se produzcan daños personales y materiales.
¿Cómo se comporta esta clase de revistimiento ignífugo? Ante un eventual fuego, esta pintura consigue expandirse debido a ciertas reacciones químicas que se producen por el incremento de temperatura y se concretan en un material espumoso. Este actúa como aislante térmico y permanece pegado a las estructuras metálicas que lo contienen.
La pintura ignífuga en Valencia se utiliza mucho y es muy valorada en la protección de estructuras metálicas contra la acción directa del fuego en naves industriales, oficinas, obras de construcción, etcétera.
Algunas de estas pinturas, al contacto directo con el fuego o con un calor extremo, se hinchan y se carbonizan. A continuación, se genera una gruesa capa esponjosa que hace de aislante y logra retardar el momento en que la estructura de acero llega a los 538 grados, temperatura de colapso de este material.
Como expertos en ignifugaciones, en Aplan nos preocupamos por cumplir con la normativa de protección medioambiental. Asimismo, los productos que comercializamos pasan exigentes controles de seguridad para garantizar su uso con totales garantías.